domingo, 29 de abril de 2018

Primeras impresiones de... NieR: Automata




Ha sido un año entero nada más que oyendo maravillas sobre el juego creado por Yoko Taro (desarrollado por Platinum Games y distribuido por Square Enix), viendo que no para de llevarse premios, y, si bien no soy de las que se dejan guiar por la crítica periodística, ya que de un tiempo a esta parte me fío menos de ellos que de un máster otorgado por cierta universidad madrileña, había algo en este juego que llamaba mi atención. Quizá fuera el diseño tan ¿kawai? de su protagonista, 2B, quizá fuera por los fanarts tan bonitos que muchos usuarios hacen de forma altruista, o también fuera por la cantidad de gente que me ha recomendado este título. Creedme que no me dejo engatusar fácilmente, pues por mucho que me insistan en que un videojuego, por ejemplo, Call of Duty o Doom, por citar algunos, es un grandioso juego dudo muchísimo que yo me lo compre, pues no es mi estilo de videojuego, no va conmigo. Pero siendo NieR: Automata un J-RPG por ahí ya me puede interesar.

Pues bien, en vista de que mi curiosidad por este juego ha ido creciendo paulatinamente, fue hace un par de meses cuando mi marido me regaló el título que hoy nos atañe, aunque no fue hasta el pasado viernes cuando lo desprecinté por fin, ya que quería esperar a poder contar con el tiempo libre necesario para empezarlo y, además, poder jugarlo durante varios días seguidos, pues no me gusta empezar un juego un día para no poder continuar con él hasta varias semanas después (manías que tiene una servidora).


Me dio por decir en cierta red social que por fin me animaba a comenzar esta aventura, y fueron varias personas (tanto seguidores como desconocidos) los que seguían afirmando que es un juego que no tiene desperdicio, y amablemente me ofrecieron algunos consejos a tener en cuenta antes de iniciar la partida, y por lo cual les estoy muy agradecida.

Sin haber visto ni un solo gameplay o walkthrough en todo este tiempo (para ahorrarme spoilers), sin molestarme en buscar una guía a seguir, y sin haber escuchado ni una sola pieza musical de la banda sonora (de la que también sólo recibo óptimos comentarios), me sentía hasta nerviosa con el mando en mis manos y el disco metido en la consola, pues el listón estaba muy alto y esperaba que en verdad no me decepcionase el ratito que iba a jugarlo.


El inicio del juego es, simplemente, impactante. Ya la primera frase, “todo cuanto vive está diseñado para morir”, te ofrece una sentencia aplastante, para después descubrir que estamos pilotando una especie de nave junto a otras que, poco a poco, van siendo derrotadas por el enemigo. El gameplay adquiere entonces un sistema dinámico y, cuando nos quedamos sin compañeros durante el vuelo, se vuelve algo vertiginoso al adentrarnos en esa especie de fábrica abandonada. Este inicio tan agresivo y espartano al soltarte ahí directamente para enfrentarte a un enemigo, que ni siquiera sabes quién es, ya captó mi atención e hizo que me asaltasen varias preguntas cuya respuesta ansiaba conocer: ¿Qué soy exactamente? ¿Para quién trabajo? ¿Contra quién estoy peleando? ¿Qué es ese trasto volador que me sigue a todas partes? Después se van desarrollando varios combates contra unos robots cuyo rostro me recuerda a la máscara que suele llevar Taro-san, hasta que conozco a 9S, un ¿joven androide? que viene a echarme una mano, pero el recorrido lo sigo haciendo yo sola junto a mi pod. Sigo sin saber muy bien qué estoy haciendo aquí, qué estoy buscando exactamente, pero mi intriga hace que quiera avanzar, el mapeado me invita a explorarlo libremente aquí y allá, y la cámara hace que el sistema de juego varíe, ya que unas veces puedo manejar la cámara a mi antojo y ésta enfoca hacia donde yo la giro, y otras no me lo permite, pasando a un modo “plataformas”. Me va gustando esta introducción, me va cayendo bien 9S, me va intrigando la misión de 2B, y me va enganchando el juego.


Tras varias peleas más llego por fin hasta el Goliath, un jefe que me evoca a un transformer y cuya batalla resulta de lo más épica, dando lugar incluso a la posibilidad de arrancarle una extremidad al monstruo mecanizado y usarla como nueva arma contra él, con la que por fin consigo derrotarle. Pero es justo la escena final de este enfrentamiento la que más me impacta, pues llevo menos de media hora de juego y los dos personajes que apenas acabo de conocer van a autodestruirse. Y así lo hacen, lo cual me deja con el corazón destrozado. Sin embargo, éste se reconstruye al presenciar la escena siguiente, pues veo a 2B contemplando de forma serena el espacio desde un búnker que flota en el mismo, como si nada hubiera ocurrido, y justo después llega 9S. Es aquí cuando descubro que, como androides que son, se pueden reconstruir a partir de los últimos datos guardados, incluso 9S apenas es consciente de haber guardado los recuerdos de su compañera. A todo esto he de decir que me resulta muy llamativo el desplazamiento del personaje por esta nave, puesto que 2B permanece siempre en el centro de la pantalla, y es la arquitectura del búnker la que se mueve cuando la androide se desplaza hacia un lado u otro.


Tras varias conversaciones, recogida (y compra) de algunos objetos, y un tutorial para establecer algunos ajustes de lo más curioso, entendemos algo más de la historia que Taro-san quiere contarnos, o por lo menos nos ubica un poco para no ir muy perdidos en la misma. Agradezco cuando en el inicio de los juegos no te acribillan con cientos y cientos de datos de forma casi simultánea, tanto de la trama como de explicaciones que a veces, en mi caso, son más embrolladores que aclaratorios.

Después volvemos al modo Star Wars, una nueva batalla contra naves aéreas, hasta que llegamos a un planeta Tierra desolado, abandonado y postapocalíptico, pero bellísimo desde el punto de vista artístico, pues me he tirado más tiempo paseándome por el mapa contemplando el paisaje más que centrada en la misión principal, la cual resulta de lo más intuitiva a la hora de desplazarse por el mapeado. Durante mi paseo he continuado combatiendo contra más robots, aunque reconozco que, a pesar de haberme iniciado en el nivel fácil por ser la primera vez que toco este juego, sigo sin dominar los controles del mando del todo bien, pero sé que es sólo cuestión de práctica. Por otra parte, he podido ver que aquí también se puede pescar (algo de lo que me llegué a cansar con Final Fantasy XV y ahora me da un poco de pereza), y puede que hasta cabalgar sobre algún bicho, según he visto en el listado de objetos disponibles para su venta. También he desbloqueado algunas ¿expendedoras? con las que se puede guardar la partida (cierto personaje me ha dejado ya bien claro que en este juego no se guarda de forma automática), aunque desconozco todavía si hay alguna manera con la que recuperar toda la barra de vitalidad sin tener que recurrir a gastar un recuperador, pues, de alguna manera, al estar en modo fácil, la IA despilfarra a diestro y siniestro los objetos curativos.


Por su parte, y mira que llevo poco avanzado en la historia, pero la banda sonora ya me ha cautivado, puesto que es de lo más épica al inicio de la partida durante el combate contra las naves enemigas, apacible durante mi estancia en el búnker o mi visita al Campamento Resistencia, hipnótica con pinceladas de melancolía durante mi paseo por Ruinas Ciudad. Quisiera aclarar que el hecho de no querer escuchar esta ni ninguna otra banda sonora antes de jugar a un videojuego es simplemente para que en el futuro, cuando la vuelva a reproducir, me evoque ese momento del juego en el que la escuché por primera vez, tal como me pasa con muchas piezas musicales de distintos títulos que he jugado (otra manía que tiene una servidora).


Quizá mi querido lector se pregunte hasta qué parte de la trama he llegado en esta primera toma de contacto, a lo que le contestaré encantada que acabo de llegar de nuevo al Campamento Resistencia después de cumplir las dos misiones encomendadas por dos vendedores que se encuentran in situ, y puedo decir que estoy con muchas ganas de continuar con la aventura de 2B y 9S, ya que me sigue intrigando esa recomendación de desbloquear los cinco finales disponibles, pues, según me han dicho, la verdadera historia no empieza sino después de ver el segundo de ellos, algo original como él solo.

De modo que la primera impresión es muy buena, estoy convencida de que este ecléctico juego me va a tener enganchada hasta el final (¿cuál de ellos?) y ya tengo ganas de seguir con él, así que, con vuestro permiso, dejo de escribir para dirigirme a encender la consola y continuar con la partida...

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