sábado, 10 de marzo de 2018

Recuerdos cercanos de Final Fantasy IX (3/4)



5. ¿Y otros temas como el apartado artístico, los escenarios y la música?

El diseño de los personajes chocó bastante en su momento, así como la temática de la fantasía medieval. Recordemos que Final Fantasy VII tenía un ambiente cyberpunk, mientras que su sucesor, Final Fantasy VIII, era de ambientación futurista, por lo que el hecho de encontrarnos de nuevo con escenarios medievales pilló desprevenidos a los jugadores, y eso era lo que quería el propio Sakaguchi, su deseo era volver a los orígenes de la franquicia, además de pensar que tres títulos seguidos con recreación futurista podría aburrir o incluso cansar a los fans de la saga. Este también fue un hecho bastante criticado en su momento, por eso cuando se anunció Final Fantasy IX también se reveló Final Fantasy X, dejando claro que en adelante no abandonarían la temática futurista.

Por otro lado, los personajes se esperaban más realistas, ya que sus antecesores (Squall y compañía) gozaban de gran cantidad de polígonos y de un diseño mucho más estilizado que el del grupo de Cloud en Final Fantasy VII, cuyos personajes se caracterizaban por ser de estilo SD (Super Deformed, casi cabezones), pero los de Final Fantasy IX se encuentran en medio de ambos extremos, lo cual ha hecho tachar al título de “infantil”, algo en lo que no estoy nada de acuerdo, si me permite el lector, pues quien haya jugado a Final Fantasy IX sabrá que no es ni por asomo “un cuento para niños”, hay mucho más allá. Siguiendo con el tema de los personajes, vemos también una gran diferencia entre Yitán y sus homólogos anteriores, es decir, Cloud y Squall, pues estos dos comparten un semblante serio, frío y en ocasiones pesimista, se muestran distantes con sus compañeros de grupo y apenas hablan de sí mismos; todo lo contrario ocurre con Yitán, que es jovial, abierto y optimista, un cambio que para algunos no fue nada acertado, pero que para mí sí lo fue, pues quizá un tercer héroe de estas características habría aburrido un poco, y eso mismo fue lo que pensó el propio Sakaguchi.


En cuanto a la música, qué podemos decir del gran Nobuo Uematsu que no se haya dicho ya. En la banda sonora encontramos piezas que nos ambientan en esa fantasía medieval, como ocurre con “Decisive action”, “Tonight”, "Protecting my devotion" o “Freija’s theme”, o directamente nos sacan de ella, como la de la Aldea de los Magos Negros, más electrónica, como contraste de la alta tecnología que los originó comparado con la del resto de la población de Gaia, más medieval; podemos citar algunas piezas musicales que se han quedado grabadas en nuestros oídos por su belleza musical, tales como “Loss of me /Rose of may”, “You’re not alone” o “A place to call home”. También tenemos algunas divertidas como “Vamo’ allá flamenco” o “The sneaky frog”. Lo que no podemos negar es que los temas personalizados para cada uno de los componentes del grupo de Yitán y Garnet van muy acordes con el personaje en cuestión; el deVivi, por ejemplo, varía mucho con los instrumentos y la percusión, siendo muy misterioso y timidillo al principio, más decidido y marcial al final, lo cual concuerda con creces con la personalidad del pequeño mago negro. Lo mismo ocurre con la música que nos acompaña en distintos escenarios, como la de Lindblum, el árbol Iifa, Est Gaza o Terra. También debo decir que el tema delas batallas aleatorias es uno de mis favoritos de toda la saga en lo que a esta temática se refiere, las batallas aleatorias, y siempre que la oigo quien se me viene a la cabeza es Vivi balanceándose de un lado a otro bastón en mano presto a ejecutar la acción que yo indique, que siempre suele ser “acumular” seguido de alguna magia negra en el siguiente turno. Una situación similar la hallamos con la música que escuchamos cuando nos encontramos en el mapamundi, una de las más bonitas de toda la franquicia en lo que esta materia se refiere. Ya hablé en el canal del tema sobre el hogar de Yitán, ya que Uematsu no se limita a poner música al juego y ya está, sino que también nos está aportando detalles que no vemos a simple vista, pues basta con aguzar el oído y prestar atención a las melodías que suenan en cada situación, lo cual hace, una vez más, que la banda sonora de Final Fantasy IX sea simplemente brillante.


6. ¿Qué escenas destacarías de Final Fantasy IX?

Este apartado va más para quienes se han pasado ya el juego, ya que irremediablemente aquí tendré que hablar de diversas escenas que desvelan parte de la trama, por lo que contendrá spoilers, de manera que si mi querido lector aún no ha jugado a Final Fantasy IX le aconsejaría pasar directamente al siguiente apartado.

Si algo caracteriza a esta novena entrega es su comicidad, y desde el primer momento encontramos situaciones divertidas que nos harán esbozar una sonrisa o directamente una carcajada. Bakú, por ejemplo, es uno de mis personajes preferidos en este sentido, ya que me ha hecho reír varias veces, como con todos los intentos (o no) de llamar al profesor Toto por su nombre verdadero, o cuando Yitán logra enredarle en su discurso previo al secuestro de la princesa y el jefe de los Tántalus acaba diciendo que a quien deben raptar es a la “vaca gorda y fea, Brahne”. Genial me pareció la escena de la dichosa carta de amor escrita por Eiko para Yitán citándole para un encuentro romántico, pero que nunca recibió la epístola, sino que ésta fue leída por diversos personajes, como Steiner, Beatrix, e incluso Blank. Esta secuencia sirvió para que Steiner y Beatrix se dieran cuenta de que estaban hechos el uno para el otro, una escena muy romántica, pero a la vez de lo más cómica, ya que me desternillé como nunca al ver cuántos se habían sentido aludidos en dicha citación. Pero si hay un acontecimiento que ha perdurado a través de los años es la de la boda entre Vivi y Quina, quien dice sentirse “muy feliz”. No os podéis hacer una idea de lo que me pude reír sólo con esta escena. Muy grande.


Otras situaciones no son tan alegres, sino todo lo contrario, pues mi primera lágrima fue derramada por Blank al ver su sacrificio en el Bosque Maldito. Claro que la primera vez que lo jugué yo no sabía que era posible rescatarle y sanarle de la petrificación, creí que era la primera muerte en el juego. Otra escena que me hizo derramar unas pocas lágrimas fue el ataque del malvado Vals Negro 3 cuando acaba con todos los Magos Negros que intentaban proteger a Vivi, o cuando éste habla con sus congéneres en el cementerio de la Aldea de los Magos Negros sobre el destino que les espera. Mención merece también el momento en que Freija se encuentra de nuevo frente a frente con su amado y más que buscado Fratley, pero el guerrero no la recuerda, ni a ella ni nada, ha perdido la memoria, y ver la desesperación en la que se sume la guerrera dragontina me encogió el corazón. Pero si hay una escena que me hizo llorar lo que no está escrito ésa fue cuando Yitán se entera de su verdadero origen y el malvado Garland lo deja casi indefenso, pero todos los compañeros de nuestro protagonista le ayudan en los combates que se suceden mientras se escucha de fondo “You’re not alone”, donde cabría destacar la actitud de Steiner, quien al principio del juego, como sabéis, le despreciaba, como a todos los miembros de Tántalus, por su condición de ladrón, pero en esta situación no duda en defender con su espada a su nuevo protegido, Yitán, así como el carácter que adquiere Daga en esta parte del juego, pues ha pasado de ser una princesa que duda con cada paso que da, temiendo si estará haciendo lo correcto o no, y preocupada por si a causa de su fuga inicial ha envuelto en serios problemas a sus nuevos amigos, a convertirse en una reina que derrocha seguridad en sí misma y valentía en los momentos clave, y esta situación en la que nos encontramos con Yitán es donde mejor lo demuestra, pues sólo hay que ver su entrada en la batalla cuando acude a ayudar al debilitado Yitán. Ha pasado el tiempo y esa escena me sigue poniendo los pelos de punta, incluso cuando escucho “You`re not alone”, es la que más me ha marcado y la considero una de las mejores, pues impacta cómo el personaje más optimista de los ocho miembros del grupo no es capaz en esta ocasión ni de animarse a sí mismo, empieza a tambalearse por las dudas que le acaban de surgir al ser conocedor de su verdadero origen y de la finalidad para la que fue creado, pero sus amigos no han dudado en ningún momento en lanzarse al ataque para ayudarle, y no lo hacen porque se lo deban, sino porque él fue quien les enseñó que “no se necesita una razón para ayudar a alguien”. Simplemente, encomiable.


Por su parte, también tenemos algunas escenas bastante épicas, entre las cuales destacaría la de Steiner junto a Beatrix cuando deben defender Alexandria de la invasión de los nebilinos, pues Steiner no está muy convencido de que ese no sea su último combate, por lo que no desea morir sin antes abrir su corazón a su compañera de armas, pero ésta no se da por vencida e insta a Steiner a guardar sus palabras hasta que acaben con todos los enemigos, aunque el espadachín siente que no tendrá otra oportunidad nunca más. Esta escena simplemente me pareció colosal, y la música que la acompaña acentúa aún más su carácter épico.

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